Hace unas semanas estuve en un pequeño embalse al cual no echaba ni cuentas que podría tener ni siquiera peces, pero lo estuve viendo unos días antes para no perder el tiempo el día que fuese a pescarlo y mi sorpresa fue cuando vi movimiento de carpas y también de muchos cangrejos, pero lo importante es que tenía carpas y algunas de buen porte ya que tiene mucha comida natural.
El sábado por la tarde decidí echar las cañas en una cola a la que pude entrar pero solo sería para cuatro horas ya que no disponía de mucho tiempo y la calor era insoportable, mi intención era probarlo para futuras visitas. El puesto era muy difícil ya que tenia una alambrada delante, piedras a pocos metros de la alambrada y aneas alrededor, pero aun había algo mas en contra que era el cieno acumulado por si aún había pocos factores en contra, así que había que elegir muy bien donde poner las posturas y sobre todo por donde sacar los peces para evitar que se rozaran con las piedras o se engancharan en la alambrada, una vez estudiado el puesto solo queda intentar capturar alguna carpa lo cual no sería tarea fácil.
La estrategia a utilizar sería ser lo mas natural posible y ponérselo fácil a los peces en mi primera visita ya que la intención era capturar una de esas carpas disponiendo de poco tiempo, así que mi primera opción era pescar con una ristra de maíz natural en una caña, en otra maíz flotante ligeramente levantado del lecho del cieno con un pequeño plomo en el hair para evitar que se hunda y así puede ser visualizado mejor por las carpa, y en la tercera caña, un pellet de carne remojado el salsa cárnica.
Las posturas las situé en zonas estratégicas de la cola, una caña justo delante de las piedras sumergidas delante de la alambrada, otra en las aneas y la última en la otra orilla para así poder cubrir la mayor parte posible de la cola. No había pasado una hora cuando suena la primera alarma pero no consigo clavar. A esa picada le sucedieron tres más las cuales tampoco clavo ya que eran muy tímidas, no conseguía clavar los peces pero al menos los tenia en mi zona y la emoción crecía porque sabia que en cualquier momento tendría la oportunidad de pelear un pez y así fue cuando por fin hubo una picada en condiciones y ahora si tenía una carpa en el otro extremo de mi línea. Conseguida la picada solo quedaba intentar sacarla lo cual era complicado por la alambrada y las piedras pero con algo de pericia conseguí meterla en la sacadera sana y salva.
En las siguientes horas ya no hubieron mas picadas porque los cangrejos descubrieron mis cebos y no dejaban pescar pues se comían hasta los granos de maíz artificial, cambiaba las posturas cada veinte minutos pero ni así lograba tener cebo en mi anzuelo, viendo que la sesión se complicaba mas de la cuenta, decidí recoger y volver mas preparado en otra ocasión pero sobre todo satisfecho de los resultados ya que tenía un nuevo lugar para pescar y quien sabe lo que puede tener en sus aguas, por eso no podemos desestimar cualquier masa de agua por muy pequeña que sea o por muy difícil que nos parezca solo hay que dedicarle tiempo y paciencia y lo mejor es que esta cerca de casa.